24 de marzo de 2010

La fuerza bruta del RENAUT

Hace 7 meses de la primera entrada de TILogía y ya cuenta con 1,786 visitas únicas así como con un 197.11% más de visitantes, un 248.15% más de entradas leídas por visita y un 1,224.14% más de tiempo promedio de visita con respecto a otros sitios de mismo tamaño y de temática "similar".

No puedo más que darles las gracias a todos por su participación, pasiva o activa, en este espacio de reflexión y de análisis en cuanto a las tecnologías de información, que ha crecido de una manera constante y medida.

El contenido de esta entrada es referente a las comunicaciones móviles, ante la proximidad de la fecha límite para que todos los mexicanos registremos nuestro número de teléfono celular en el llamado Registro Nacional de Usuarios de Telefonía móvil.

Bajo una amenaza "fundamentada" en la ley de dar de baja nuestra línea telefónica celular si no participamos en este registro, puedo observar a todas luces el uso del recurso de la fuerza bruta para resolver un problema de seguridad.

¿ Resolverá el problema la implementación de este registro ?

Uno de los argumentos de esta iniciativa radica en tener la identificación del propietario del teléfono y la localización del mismo cuando este equipo de comunicación participe en un hecho delictivo.

¿ Estarán concientes en que el mayor número de llamadas con motivos de extorsión y secuestro se realiza desde los penales de "alta" seguridad ?

Así que los autores y partícipes en este tipo de delitos que son el grueso del universo de delitos que quieren combatir nuestras autoridades, se encuentran muy bien localizados.

Recuerdo que un muy buen amigo no tecnólogo me comentó hace algún tiempo que en el templo que suele frecuentar cada domingo, hacían uso de ciertos "aparatitos" que bloquean las comunicaciones celulares, para que los feligreses no tuvieran alguna distracción mientras realizaban sus rituales.

Creo que la implementación de estos equipos inhibidores de telefonía celular y de otro tipo de radiofrecuencias en los penales, son parte de una solución basada en tecnología para resolver de fondo este problema de seguridad pública.

Si lo del templo se hizo con limosnas voluntarias, ¡ Imaginen lo que se podría hacer en los penales con nuestros obligados impuestos !

Me llama la atención que este recurso de fuerza bruta contenido en el Acuerdo Nacional para la Seguridad, Justicia y la Legalidad, responda ante un reconocimiento de que "la sociedad mexicana se encuentra profundamente agraviada por la impunidad, la corrupción, la falta de coordinación entre las autoridades, así como por un ambiente de inseguridad y violencia".

Probablemente fueron la impunidad y la corrupción quienes no dejaron ver con claridad y enturbiaron las soluciones a este problema de seguridad pública.

Parece que es más fácil amenazar a 83.5 millones de usuarios con la cancelación de su línea telefónica móvil que adquirir, instalar y supervisar el funcionamiento de unos cientos o miles de inhibidores de telefonía celular en los penales del país.

¿ Dónde está eso de la llamada inteligencia ?

Como veo las cosas, al paso que vamos, la próxima iniciativa va a consistir en que todos registremos nuestras computadoras y laptops, digo, para eso del combate a la ciberdelincuencia.

Los veré la siguiente entrada.


Charles

16 de marzo de 2010

Open 311

Les agradezco a todos sus correos, buzzazos, tweetazos y sus comentarios con respecto al contenido de este espacio. Ahora si que tengo una extensa lista con sus sugerencias de temas a tratar. Les prometo atenderlos a la brevedad posible.

Por lo pronto, esta entrada tiene que ver como lo he venido planteando entrada tras entrada, con un cambio de paradigmas.

Justo les hablaba hace algunos meses de transformar nuestra visión tanto de gobernantes como de gobernados, para pasar de un trillado e-gobierno a un nuevo concepto que llamo g-gobierno, cuando la semana pasada en San Francisco, Chris Vein y Vivek Kundra, CIOs de la ciudad de San Francisco y del gobierno federal de los Estados Unidos respectivamente, dan el banderazo de salida al proyecto Open 311.

Este proyecto es lo que conocemos como una Interfaz de Programación de Aplicaciones (API), la cual permite desarrollar aplicaciones que faciliten la llamada participación ciudadana a través de las herramientas Web 2.0.

Oficialmente tanto la ciudad de San Francisco como la ciudad de Washington van a hacer uso de este API para dar paso a que terceros desarrollen soluciones a problemáticas de sus mismas comunidades, aunque en el sitio del proyecto puede leerse que las ciudades de Nueva York, Pittsburgh, Boston, Portland, Seattle, Vancouver y Toronto han solicitado integrarse a esta iniciativa.

Y todo esto, basado en estándares internacionales que aseguran la interoperabilidad. Nada de formatos propietarios y de comprar tal o cual producto de software para que puedan hacer uso de esta tecnología. Todo es abierto, de ahí el prefijo "Open".

De las aplicaciones en las cuales se basa la iniciativa de este desarrollo, en lo particular me gustó la llamada SeeClickFix, la cual hace alusión a un proceso muy simple: "lo ves, le tomas una foto, lo arreglamos". Además de que me llamó la atención que dentro de este sitio se leen frases como "poder a la comunidad" y "herramientas que ayudan a las comunidades a ayudarse a sí mismas".

¿ Se imaginan que pudieramos reportarle los "baches" que encontramos en nuestro camino a los departamentos de mejoramiento urbano de los ayuntamientos de la llamada Zona Metropolitana de Guadalajara ?

¿ Se imaginan un SIAPA que permita reportar a través de Internet las fugas intencionales y no intencionales de agua potable ? ¿ O que te informara por correo electrónico o por SMS que en tu colonia se va a interrumpir el suministro de agua potable por causas de mantenimiento ?

Y lo mejor de todo sería que existiera una carta compromiso al ciudadano en la que estos departamentos y organismos se comprometan a la atención de estos reportes en un plazo de horas.

En lo personal veo muy positivo el que el gobierno facilite este tipo de tecnologías de información para que sean los mismos ciudadanos los que puedan "entrarle al quite" ante la falta de recursos humanos y financieros de las administraciones locales.

Iniciativas como estas son las que verdaderamente deben de ser llamadas gobierno electrónico, no como los millares de fotografías de trajeados saludándose de manos y las toneladas de documentos legales como oficios, contratos y convenios que aparecen en los portales municipales y estatales, para que los habitantes pasemos horas y horas de sana diversión.

Como les decía, ¿ Por qué no pensar en este g-gobierno o en un Open 52+(333)311 ?

Los veré en la próxima entrada.


Charles

8 de marzo de 2010

El fracaso de Avatar

Esta entrada bien podría llamarse crónica de una entrega de los óscares anunciada. Y es que algunos meses atrás, tenía toda la intención de escribir sobre esta película, pero al final, decidí esperarme hasta que llegara la noche de ayer solo para confirmar que mis predicciones eran correctas.

La entrega de los premios oscar siempre se encuentra llena de polémicas y de intereses primeramente religiosos y después económicos, nada más por eso me gusta comprar mucha botana para después tirarme en el sillón y disfrutar de este espectáculo más falso que los billetes de 7 pesos.

Una mega producción de 237 millones de dólares, al menos oficialmente, abatida por una producción de muy bajo presupuesto, con el guión de un periodista independiente. Toda una verdadera hecatombe cinematográfica.

¿ Y por qué tratar este tema de los óscares en un espacio tecnosófico esparcido a través de la red ?

Este evento que representa la frivolidad y las dobles morales de hollywood, para mi en lo personal, fue en esta ocasión todo un laboratorio en donde los reactivos fueron las películas, la tecnología y los miembros de esta academia.

Cuando la película fue concebida por James Cameron, no existía la tecnología necesaria para poder realizarla. Tuvieron que pasar varios años para iniciar con las filmaciones utilizando la tecnología llamada performance capture, la cual digitaliza los movimientos que realizan los actores, para después continuar los trabajos de edición de efectos especiales.

A los que han tenido la oportunidad de verla, podrán darse cuenta que estos escenarios que nos propone la película, así como las creaturas y los personajes, son lo mejor que se ha visto dentro del cine de ciencia ficción.

Sin embargo, la tecnología al resto del mundo parece no decirle nada.

Más les hizo ruido a los católicos eso del culto al medio ambiente que forma parte de la temática central del guión de esta película, que al resto del mundo todo el trabajo tecnológico que implicó la realización de la misma.

El punto cúspide de mis reflexiones llegó cuando uno de los comentaristas de una reconocida televisora local dijo algo que me recordó a esa fábula de el burro que tocó la flauta: "la tecnología al servicio de la película y no la película al servicio de la tecnología".

Este comentario no pudo ser de lo más acertado para responderle de manera simple a todos aquellos ilusos que pensaron que la película Avatar iba a arrasar con todas las categorías, debido a su gran tecnología.

Por eso, esta entrega de los óscares se me hizo de lo más didáctico, porque en algo tan trivial y arreglado se pudo observar un fenómeno que obedece a una máxima universal contenida en el credo del tecnólogo: La tecnología es un medio para alcanzar fines.

Fuera de las votaciones de la academia, esto de que una película de bajo presupuesto le haya ganado el premio de la noche a una producción non plus ultra, puede ser equiparado con lo que sucede en el plano de las tecnologías de información con respecto al software comercial y el software libre.

De pronto en la transmisión se escucha un desafortunado y mediocre comentario: Qué importa si Avatar no fue la ganadora a la mejor película con los más de 2,000 millones de dólares que ha recaudado en taquilla.

Se me figura que Bill Gates ha de pensar lo mismo con respecto a Windows y su insufrible Internet Explorer, mientras Linux y Firefox son quienes ganan los reconocimientos como los mejores productos de software.

El hecho de que una tecnología o producto de software llegue a costar los millones y millones de dólares no quiere decir que sea la mejor opción, sino que obedece a un determinado modelo de negocios, estructuras, publicidad, regalías a terceros, etc.

La mejor opción es aquella que nos permita alcanzar nuestros fines, incluidos los costos de licenciamiento, por eso no les extrañe que PostgreSQL haya ganado en el 2008 el primer lugar en la categoría de bases de datos en vez de Oracle, dentro de los premios Product of the year, realizados por la publicación Developer.com.

Al final queda demostrado que la tecnología solo es un medio del cual servirnos, por lo tanto, si no nos permite alcanzar los fines que perseguimos, nada nos dicen las cantidades estratosféricas de dinero requeridas ni la espectacularidad de su mercadotecnia.

Los veré en la próxima entrada.


Charles