24 de octubre de 2021

De videojuegos y hackatones

Bienvenidos a este espacio virtual que, aunque muchos pensaban se podría considerar extinto, la verdad es que puede decirse que un servidor se mantuvo en una especie de animación suspendida, en el deambular por esta ciudad y por un tiempo en el extranjero. En el último par de años, muchas entradas se han quedado en el tintero digital, con la esperanza de terminarlas algún día y hacer clic en el botón que les de cabida en eso que llamamos blogósfera.

No es esta la ocasión.

Esta entrada tiene que ver con la reciente noticia sobre la nueva estrategia de reclutamiento que tiene el crimen organizado a través de algunos videojuegos. Un escándalo es como ha sido calificado este descubrimiento por la sociedad en general, seguido por el pánico de los padres de familia y finalmente, por el silencio de las empresas de videojuegos.

¿ Qué tiene que ver esto con los hackatones ? Vamos por partes.

Un hackatón es un evento en el que se convoca a jóvenes y a público en general para desarrollar soluciones a una problemática en específico, mediante las tecnologías de información. Desarrollar una aplicación o la obtención de un diagnóstico, generalmente forman parte de los productos esperados en este tipo de eventos.

A diferencia de un videojuego, un hackatón cuenta con una convocatoria abierta y es apoyado por empresas e instituciones públicas que fungen como patrocinadores y que, generalmente, son quienes se encuentran interesados en la búsqueda y desarrollo de estas soluciones, ya sea porque son quienes tienen la responsabilidad de atender el problema o porque buscan impulsar sus productos y servicios para resolver el mismo.

¿ Cuántas personas que han ganado hackatones en nuestro país han conseguido un trabajo en una empresa o en una institución pública como consecuencia de su propuesta ?

Esta es una pregunta interesante porque podría ser el mejor indicador para evaluar el verdadero impacto de este tipo de eventos. Si no se consigue vincular el talento con quienes buscan resolver el problema, nos encontramos ante un fracaso. Estoy seguro de que la mayoría, si no es que todos los lectores, conocemos algunos eventos que cuentan con un presupuesto considerable pero que aparentemente solo han servido para eso que llaman mercadotecnia política.

¿ Nos escandalizamos porque el crimen organizado utiliza los videojuegos como medio de reclutamiento ? ¿ O lo que nos escandaliza es que han tenido éxito ?

¿ Por qué no nos escandalizamos por la cantidad de dinero público que se ha destinado a eventos que pretenden resolver problemas sociales y que no han reclutado a una sola persona ?

Lo paradójico es que a pesar de que los hackatones parten de una convocatoria abierta, las empresas e instituciones públicas mantienen una discrecionalidad en sus contrataciones o designaciones, generalmente dirigidas por lobbistas.

Me parece que el verdadero escándalo debería ser por la falta de oportunidades para ingresar a una empresa o institución pública, a pesar de tener talento y la voluntad de generar y desarrollar ideas. Mucho se ha investigado sobre que la crisis de la generación millennial se debe a la inmovilidad social de sus padres, a pesar del apuntalado discurso del esfuerzo.

Por lo anterior, no nos debe extrañar que nuevas generaciones como los centennials sean seducidas para obtener un ingreso al que sus padres y posiblemente sus hermanos mayores no han podido acceder a pesar de sus capacidades, nivel académico y esfuerzo. Sobretodo si una oportunidad la encuentran a través de un videojuego.

Culpar a los videojuegos es la salida fácil y un análisis superfluo. No nos escandalicemos por el éxito del crimen organizado con esta nueva estrategia, sino por el fracaso y aceptación de ese sistema informal que se ha construido para poder acceder a las empresas y al sector público.

Nos vemos en la próxima entrada.


Charles