Este es el primer aniversario de este espacio alojado en alguna parte de la red. La numeralia nos ofrece una radiografía que indica 31 entradas publicadas e incontables correos electrónicos provenientes de 1,275 visitantes únicos.
A todos ustedes, muchas gracias por construir conmigo tanto la forma como el contenido de este blog alternativo, en este tema tan técnico y hasta cierto punto oculto.
Hace mucho tiempo que quería hablarles de religiones y tecnologías de información, de las grandes similitudes que existen en sus respectivos planos y de lo que muchos han buscado a lo largo y ancho de los tiempos: la verdad.
Alguna vez leí en alguna revista y otra más lo escuché en una conversación, que cuando decimos la palabra amén podría equipararse a presionar la tecla enter en el teclado, esto es, que después de hacer una petición o dar una instrucción, generemos un evento desencadenante para que lo solicitado se hiciere.
¿ Será que el hombre finalmente habrá podido encontrar una semejanza entre la línea de comandos y la oración ?
En esta sociedad dominada por interfases gráficas, se ha perdido como en tantas otras cosas, el verdadero conocimiento. Los más jóvenes y muchos de ustedes se paralizan al ver esas pantallas negras que los reciben con símbolos que les son extraños, ajenos, en espera de las palabras correctas para invocar el poder del cómputo.
There's a lady who's sure,
all that glitters is gold,
and she's buying a stairway to heaven
When she gets there she knows,
if the stores are all closed,
with a word she can get what she came for
...
Una de las primeras e-refelxiones que he ido agregando al marco de este espacio, habla precisamente de esas interfases gráficas que conocemos como religiones: "Las luciérnagas al igual que las religiones, necesitan de oscuridad para brillar".
Hemos perdido y nos han hecho perder, de manera deliberada, ese conocimiento que nos permitía invocar fuerzas o energía para alterar y modificar nuestro entorno. Han querido desaparecer textos y otras evidencias que indican que el ser humano por si mismo tiene el poder de transformación, sin necesidad de incómodos intermediarios que solo se diferencían entre sí por las formas, más no por el contenido.
Lo mismo sucede en el plano de las tecnologías. He escuchado a muchos decir que si tal o cual cosa no la realiza determinada aplicación, entonces es algo imposible, fuera de alcance.
¿ En dónde ha quedado nuestro conocimiento ?
...
There's a sign on the wall,
but she wants to be sure,
'cause you know sometimes words have two meanings
In a tree by the brook,
there's a songbird who sings,
sometimes all of our thoughts are misgiven
...
Para hacer oración no hace falta de intermediarios, sino de tener la voluntad y el conocimiento de conectarse uno mismo con niveles superiores. Sin embargo, si esta oración se realiza de manera colectiva, parece ser mucho más efectiva. Esto lo demuestran los efectos de lo que llaman circulos de oración.
Es el caso del software libre, en donde a cada quién se le da el poder de conectarse a una comunidad y de colaborar para dar solución a nuestras necesidades, en forma de aplicaciones, foros y espacios tecnosóficos como este.
¿ Entonces la funcionalidad o efectividad de las aplicaciones se reduce a su número de desarrolladores ?
No. Más allá de una comunidad que colabora para un mismo fin, existe un hecho que no se da en las religiones ni en las grandes empresas: el llamado código fuente o la verdad de la aplicación, se encuentra al alcance de todos, de manera transparente, podemos hacer uso del mismo para transformar, si lo queremos, el plomo en oro.
Se requiere de mucha preparación para poder entender los llamados misterios, las filosofías subyacentes de la tecnología, o la codificación en determinado lenguaje de programación. Porque aunque cualquiera tiene el poder, pocos son quienes tienen el conocimiento.
Si un hombre fue o no descendiente divino, si estuvo o no casado, si tuvo o no tuvo descendientes, si dijo o no dijo que se realizaran ciertos rituales para conmemorarle, son solo formas, lo importante es el fondo, que tuvo que ser expresado a modo de alegorías o metáforas para que el vulgo tuviera una primera aproximación.
Pero las religiones así como las grandes casas de software han degenerado en las formas, tal vez porque solo las formas les pueden dar cierta identidad y por ende, poder. Mientras que la verdad es solo una y le otorga un poder irrevocable a cada uno de nosotros.
Es por esto que el software libre ha tenido una gran aceptación, porque tanto el poder como el conocimiento se encuentran al alcance de todos, no en una persona o en un grupo que busca someter a otros, sino que este binomio solo puede ejercerse de manera colectiva, ya que todos formamos parte de un mismo todo.
...
And if you listen very hard,
the truth will come to you at last,
when all are one and one is all,
to be a rock and not to roll
And she's buying a stairway to heaven
Gracias nuevamente a todos por este primer año de hablar de las tecnologías de información y otros demonios.
Los veré la próxima entrada.
Charles
A todos ustedes, muchas gracias por construir conmigo tanto la forma como el contenido de este blog alternativo, en este tema tan técnico y hasta cierto punto oculto.
Hace mucho tiempo que quería hablarles de religiones y tecnologías de información, de las grandes similitudes que existen en sus respectivos planos y de lo que muchos han buscado a lo largo y ancho de los tiempos: la verdad.
Alguna vez leí en alguna revista y otra más lo escuché en una conversación, que cuando decimos la palabra amén podría equipararse a presionar la tecla enter en el teclado, esto es, que después de hacer una petición o dar una instrucción, generemos un evento desencadenante para que lo solicitado se hiciere.
¿ Será que el hombre finalmente habrá podido encontrar una semejanza entre la línea de comandos y la oración ?
En esta sociedad dominada por interfases gráficas, se ha perdido como en tantas otras cosas, el verdadero conocimiento. Los más jóvenes y muchos de ustedes se paralizan al ver esas pantallas negras que los reciben con símbolos que les son extraños, ajenos, en espera de las palabras correctas para invocar el poder del cómputo.
There's a lady who's sure,
all that glitters is gold,
and she's buying a stairway to heaven
When she gets there she knows,
if the stores are all closed,
with a word she can get what she came for
...
Una de las primeras e-refelxiones que he ido agregando al marco de este espacio, habla precisamente de esas interfases gráficas que conocemos como religiones: "Las luciérnagas al igual que las religiones, necesitan de oscuridad para brillar".
Hemos perdido y nos han hecho perder, de manera deliberada, ese conocimiento que nos permitía invocar fuerzas o energía para alterar y modificar nuestro entorno. Han querido desaparecer textos y otras evidencias que indican que el ser humano por si mismo tiene el poder de transformación, sin necesidad de incómodos intermediarios que solo se diferencían entre sí por las formas, más no por el contenido.
Lo mismo sucede en el plano de las tecnologías. He escuchado a muchos decir que si tal o cual cosa no la realiza determinada aplicación, entonces es algo imposible, fuera de alcance.
¿ En dónde ha quedado nuestro conocimiento ?
...
There's a sign on the wall,
but she wants to be sure,
'cause you know sometimes words have two meanings
In a tree by the brook,
there's a songbird who sings,
sometimes all of our thoughts are misgiven
...
Para hacer oración no hace falta de intermediarios, sino de tener la voluntad y el conocimiento de conectarse uno mismo con niveles superiores. Sin embargo, si esta oración se realiza de manera colectiva, parece ser mucho más efectiva. Esto lo demuestran los efectos de lo que llaman circulos de oración.
Es el caso del software libre, en donde a cada quién se le da el poder de conectarse a una comunidad y de colaborar para dar solución a nuestras necesidades, en forma de aplicaciones, foros y espacios tecnosóficos como este.
¿ Entonces la funcionalidad o efectividad de las aplicaciones se reduce a su número de desarrolladores ?
No. Más allá de una comunidad que colabora para un mismo fin, existe un hecho que no se da en las religiones ni en las grandes empresas: el llamado código fuente o la verdad de la aplicación, se encuentra al alcance de todos, de manera transparente, podemos hacer uso del mismo para transformar, si lo queremos, el plomo en oro.
Se requiere de mucha preparación para poder entender los llamados misterios, las filosofías subyacentes de la tecnología, o la codificación en determinado lenguaje de programación. Porque aunque cualquiera tiene el poder, pocos son quienes tienen el conocimiento.
Si un hombre fue o no descendiente divino, si estuvo o no casado, si tuvo o no tuvo descendientes, si dijo o no dijo que se realizaran ciertos rituales para conmemorarle, son solo formas, lo importante es el fondo, que tuvo que ser expresado a modo de alegorías o metáforas para que el vulgo tuviera una primera aproximación.
Pero las religiones así como las grandes casas de software han degenerado en las formas, tal vez porque solo las formas les pueden dar cierta identidad y por ende, poder. Mientras que la verdad es solo una y le otorga un poder irrevocable a cada uno de nosotros.
Es por esto que el software libre ha tenido una gran aceptación, porque tanto el poder como el conocimiento se encuentran al alcance de todos, no en una persona o en un grupo que busca someter a otros, sino que este binomio solo puede ejercerse de manera colectiva, ya que todos formamos parte de un mismo todo.
...
And if you listen very hard,
the truth will come to you at last,
when all are one and one is all,
to be a rock and not to roll
And she's buying a stairway to heaven
Gracias nuevamente a todos por este primer año de hablar de las tecnologías de información y otros demonios.
Los veré la próxima entrada.
Charles
