8 de diciembre de 2009

Software orgánico

Me he tardado un poco en publicar nuevas reflexiones dentro de este espacio, les pido una disculpa a todos aquellos que me han estado contactando por cualquier medio posible para instigarme a tomar el teclado a pesar de las toneladas de trabajo que me acosan.

La entrada de este día tiene que ver con un tema que en lo personal me apasiona y me es interesante desde que fui literalmente abducido por las tecnologías de información.

Hace algún tiempo, estamos hablando de inicios de siglo, recuerdo bien una discusión que tuve con un buen amigo acerca de si el software debe de ser resultado artesanal o si debe de ser resultado de todo un proceso industrial.

Mi postura en aquella ocasión era y seguirá siendo que el software es resultado de una labor artesanal, ya que le transmitimos parte de nosotros al crearlo, nuestra ideología, nuestros vicios y hasta nuestros miedos y esperanzas.

¿ No dice el génesis que nosotros, creaciones, fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios ?

Por lo que en verdad les digo que el software que desarrollamos o en el cual hemos colaborado es entonces una extensión de nosotros mismos.

El concepto de software orgánico fue introducido por Mozilla con respecto a su navegador Firefox al referirse hacia el mismo como un producto 100% orgánico.

Este grupo habla de las diferencias con respecto a las compañías de software tradicionales, como es el caso de la apertura y la innovación como motores de su motivación, en vez de que sean las ganancias o el precio de sus acciones en NASDAQ.

¿ Pero qué es esto de software orgánico ?

Creo que la definición de software orgánico tiene que ver con el principio de que el software debe de ser creado por personas dentro de comunidades, no por autómatas o inclusive por otro software.

¿ Cómo ? ¿ Software creado por software ?

Si mi abuelita viviera todavía y tuviera la oportunidad de ver Episodio II - El atque de los clones, donde se descubre la creación de un ejército a partir de la clonación del cazarecompenzas Jango Fett supuestamente por instrucciones del Concilio Jedi, diría que esto de la clonación de seres humanos son cosas del demonio.

Por mi parte no creo que sean cosas del demonio, pero si estoy convencido de que el proceso que propone el software orgánico genera software de mejor calidad que el proceso que plantea la revolución industrial aplicada a estos quehaceres.

Voy a permitirme tomar los principales beneficios al usar software libre en el gobierno, expuestos en el excelente artículo "Ante los presupuestos públicos racionados, ¿ Conviene recortar o innovar ?", publicado por la revista Política Digital, el cual, recomiendo ampliamente que lean:

Bajo costo: El software libre o de fuentes abiertas, normalmente no se distribuye por licenciamientos, lo que supone una opción claramente ventajosa en costos.

Capacidad de elección y libre competencia: Por su naturaleza, el software de fuentes abiertas está disponible para cualquier usuario, no necesariamente quien lo haya desarrollado o construido. De esta manera, las organizaciones pueden operarlo y mantenerlo, sin tener que enfrentar situaciones de monopolio o mercados cautivos.

Confiabilidad: El software libre está sometido a un modelo de desarrollo y mejora "en comunidad". Esto significa que el código es revisado y mejorado continuamente por todos aquellos que aportan y enriquecen sus prestaciones a las soluciones construidas.

Seguridad: El software libre permite que cualquiera pueda examinar el código y sus fallas en materia de seguridad. La posibilidad de que el código pueda ser auditado en todo momento y por terceros, le confiere mayores garantías de robustez y seguridad.

Agilidad de desarrollo: El modelo de desarrollo del software libre permite la liberación de versiones de manera más dinámica y rápida, lo cual resulta más adecuado para el desarrollo de prototipos y la compartición entre administraciones.

Cuando hablamos de que el software libre está sometido a un modelo de desarrollo y mejora "en comunidad", estamos tocando el punto neural del concepto de software orgánico.

Yo no veo que estas comunidades sean computadoras o aplicaciones con vida propia que se dediquen a colaborar en la mejora de un determinado software, sino personas como ustedes o como yo, con ideas, sentimientos, esperanzas y miedos.

Creo que esto de software que haga software fomenta una filosofía tecnoglodita donde no se tiene mucho que pensar y por lo tanto, no se tiene mucho que aportar, pero si se tiene mucho que erogar. Desgraciadamente, de estas soluciones y seguidores se encuentran abarrotados nuestros gobiernos locales y estatales.

Prefiero las soluciones orgánicas, en donde muchas personas piensan, aportan y colaboran no solo para hacer frente a necesidades inmediatas, sino a las que se presenten con el paso del tiempo. No en vano tengo un proyecto en el sector público basado en este tipo de tecnologías.

Este nuevo paradigma de soluciones forma parte de una verdadera sociedad del conocimiento, que aporta valor público no solo como resultados directos e indirectos de su implementación, sino también en cuanto al proceso de desarrollo de estas soluciones orgánicas.

¿ O les sigue gustando más Internet Explorer que Firefox ?

Los veré en la siguiente entrada.


Charles

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