Hace un par de días, tuve la gracia (o más bien la desgracia) de toparme con un artículo que llevaba por título la despampanante frase "Las TIC acuden al rescate de Haití".
¡ Ni la ONU, Estados Unidos, Comunidad Europea o Batman ! ¡ Las TIC !
En primer lugar, se me hace de muy mal gusto el hacer uso conciente o inconcientemente de una desgracia de estas magnitudes para redactar un encabezado en donde se da a entender que las Tecnologías de Información van a ser quienes "rescaten" a Haití.
Si no, en vez de haber hecho llegar alimentos y artículos de primera necesidad, así como a personal especializado en búsqueda y rescate, hubieramos mandado laptops, carretes de cable y algunos módems.
En segundo lugar, este dichoso "rescate" se basa exclusivamente en la todopoderosa conectividad, el cual, me imagino que fue planeado con dos fines:
Que si vuelve a temblar, tengan todos de donde agarrarse. Que tengan acceso a Internet para pedir ayuda por correo, en blogs y foros de discusión.
Quisiera saber qué es lo que pasa con la tecnología intangible, como por ejemplo, los Sistemas de Información Geográfica que permitirían realizar tareas de utilidad como un censo de las personas desaparecidas y la localización de sitios viables para montar albergues, helipuertos y centros de atención hospitalaria improvisados.
No sé si aplica la frase "mal de muchos, consuelo de tontos" porque esta demostrado que no solo en México sino en otras partes del mundo estamos con la filosofía "ver para creer", en la que solo lo que puedes tocar existe y que por lo tanto, en cuanto a las TIC, solo existen antenas, carriers, ruteadores, cables, monitores y microprocesadores.
De pronto no comprendo ese infame "culto al chunche" de los tecnogloditas.
Haití va a necesitar de las TIC más que millares de postes y kilómetros de cables de todos colores, necesita de know how, de aplicaciones y especialistas que le ayuden a mejorar la atención a su población.
Necesita de los habitantes digitales y no digitales, alimentos, medicinas, recursos humanos especializados en situaciones de desastre, pero sobretodo, requieren de nuestra fraternidad.
Los veré la próxima entrada.
Charles
¡ Ni la ONU, Estados Unidos, Comunidad Europea o Batman ! ¡ Las TIC !
En primer lugar, se me hace de muy mal gusto el hacer uso conciente o inconcientemente de una desgracia de estas magnitudes para redactar un encabezado en donde se da a entender que las Tecnologías de Información van a ser quienes "rescaten" a Haití.
Si no, en vez de haber hecho llegar alimentos y artículos de primera necesidad, así como a personal especializado en búsqueda y rescate, hubieramos mandado laptops, carretes de cable y algunos módems.
En segundo lugar, este dichoso "rescate" se basa exclusivamente en la todopoderosa conectividad, el cual, me imagino que fue planeado con dos fines:
Que si vuelve a temblar, tengan todos de donde agarrarse. Que tengan acceso a Internet para pedir ayuda por correo, en blogs y foros de discusión.
Quisiera saber qué es lo que pasa con la tecnología intangible, como por ejemplo, los Sistemas de Información Geográfica que permitirían realizar tareas de utilidad como un censo de las personas desaparecidas y la localización de sitios viables para montar albergues, helipuertos y centros de atención hospitalaria improvisados.
No sé si aplica la frase "mal de muchos, consuelo de tontos" porque esta demostrado que no solo en México sino en otras partes del mundo estamos con la filosofía "ver para creer", en la que solo lo que puedes tocar existe y que por lo tanto, en cuanto a las TIC, solo existen antenas, carriers, ruteadores, cables, monitores y microprocesadores.
De pronto no comprendo ese infame "culto al chunche" de los tecnogloditas.
Haití va a necesitar de las TIC más que millares de postes y kilómetros de cables de todos colores, necesita de know how, de aplicaciones y especialistas que le ayuden a mejorar la atención a su población.
Necesita de los habitantes digitales y no digitales, alimentos, medicinas, recursos humanos especializados en situaciones de desastre, pero sobretodo, requieren de nuestra fraternidad.
Los veré la próxima entrada.
Charles